Retrasos…
Hace unos días viajé a Barcelona en tren, disfrutando de las excelencias de las cercanías en Catalunya. Llegué con el habitual retraso de media hora en un trayecto de menos de 100 km (Tarragona – Barcelona). Pero me pudo el “seny” catalán y no protesté (y no por falta de ganas y cabreo) pues ya estamos acostumbrados (más o menos como cuando pagamos en los peajes de las autopistas)…
Cuelgues…
El Active Desktop de Windows XP… colgado.
Incivismo…
Me siento en el tren, lo que es todo un éxito (porque Renfe tiene la costumbre de poner “micro trenes” hacia Barcelona (yo creo que disfrutan hacinando a los viajeros…) y mirad qué me encuentro.
Uñas mejilloneras del “incívico de turno”, ya decía yo que olía a cabrales.
De todos modos he visto cosas peores, como una vez que llevábamos detrás unas “señoritas” (por decir algo) de procedencia oriental (probablemente china) que se estaban cortando las uñas con un cortaúñas y éstas salían volando y le caían a mi hijo en la cabeza…
Tampoco es para tanto el de la xancla fuera, total, lleva xanclas, lo que has de oler lo hueles igual.
ResponderEliminarPues si es para tanto anónimo si llevas chanclas pues cuelgas el pie con la chancla, por respeto a los demás no se va descalzo ni sin camiseta ni cosas por el estilo en transporte público. Si no lo ves mal debe ser que lo pones en práctica...
ResponderEliminarAnónimo, más que nada era el olor...
ResponderEliminarde todos modos lo más importante es la falta de educación y civisimo, dos conceptos que parece que fueron olvidados y pertenecen al pasado siglo XX.
Santeadro, totalmente de acuerdo.
Saludos.
Hola, en semana santa estuve ahí de vacaciones, y hacia esa ruta diariamente, alucine con lo que pasa en los trenes, una vez tuvo que hacer una parada en medio del monte para echar fuera a unos aprendices de "latín kings" que se pusieron chulos con el revisor. Supongo que el poder adquisitivo de las "victimas" de renfe es el problema.... El tren llego con mas de una hora de retraso.
ResponderEliminarDesde luego, el ambiente en los trenes contrasta notoriamente con la amabilidad, educación y cariño con que te trata todo el mundo.
Saludos