A la parrilla sabe mejor.

No pudo resistir más y al fin ... murió. Una magnífica ATI Radeon X1950 PRO, fue año y medio de tortura, pero no pudo más.

Al menos el cliente, antes de traerlo, limpió concienzudamente el sistema, estaba realmente impoluto, parecía nuevo. Como podemos ver sin ventilador de torre (por 1 euro tienes uno simple de 8 cm), el único que vemos es el refrigerador del A64, un excelente Artic Cooling Freezer64 PRO.

Foto de la heóica ATI Radeon X1950 PRO.

Vista de cerca de la agresión a la pobre ATI.

Otra perspectiva, la tarjeta wireless pegadita ...

Le pregunté al cliente: ¿Por donde cree usted que entra el aire a la (pobre) tarjeta? y contestó que no creía necesaria tanta ventilación ...

Sí refirió que últimamente el ventilador de la SVGA sonaba muy fuerte, según él "como un secador". Como sabéis, este tipo de tarjetas usan control por software de las revoluciones del ventilador en función de la temperatura del núcleo gráfico.
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Por experiencia os puedo decir (según las curvas de respuesta de ATI) que cuando una SVGA de este modelo suena fuerte es que supera los 75 - 80 ºC, ATI tara los ventiladores muy bajos.
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Le instalamos una nueva SVGA, un ATI 3870 512 MB y dos ventiladores Tacens de 8 cm (unos 5 euros cada uno) y arreglado, no sin antes emplear una buena dosis de pedagogía.

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Por cierto, el cambio de la tarjeta gráfica fue en garantía, solamente abonó la diferencia, pues, aunque algunos clientes son algo "bestias" debemos mimarlos, son quienes nos proporcionan nuestro pan de cada día.