De esta guisa nos encontramos la fuente de alimentación del equipo de un cliente asiduo.
Ni qué decir tiene que se mostró asombrado de la cantidad de porquería que había acumulado.
El pobre sistema se apagaba a los diez minutos: saltaba la protección térmica de la fuente de alimentación. Lo cual evitó males mayores (incendios, ...)
Moraleja: Mantened y limpiad regularmente vuestros equipos informáticos y si no os veis con ánimos de enredaros desmontando el sistema, llevadlo a un buen SAT o buscad un buen técnico que estará encantados de atenderos.
Como observaréis, no hay modo en que pudiese entrar aire en la fuente ... cumplió heroicamente con su cometido durante años.
Joeeerrr !!
ResponderEliminarEso se cae al mar y no le entra agua...
Ciertamente pocos usuarios mantienen sus sistemas, los tratan como al viejo video VHS.
ResponderEliminarLos utilizan y piensan que con eso basta, y luego al abrirlos vienen las sorpresas.
Saludos.